BUDISMO Y RELACIONES: 3 ETAPAS PARA SANAR UN CORAZON ROTO

(útil para trabajar con emociones fuertes en general)

Nada se siente peor que un corazón roto, del tipo que tienes cuando alguien a quien amas termina la relación. Sentimientos de vergüenza, remordimiento, dolor, rabia y terror pueden abrumar incluso al ser humano más estable. El sufrimiento tiene el poder de hacer ver una vida factible como un desastre.

Sorprendentemente, el Budismo tiene una enorme cantidad de consejos útiles para trabajar con estas emociones terribles de chica/chico-pierde-chico/chica. Se necesita un enfoque que es muy diferente a los libros de consejos habituales, que básicamente caen en una de dos categorías:

La primer categoría se llama “Adelante muchacha!!” (Perdón muchachos, todos los libros están dirigidos a mujeres.) Este tipo de libro sugiere que necesitas tomar más cocktails y llorar menos, y que si sales con tus amigos que te dicen que eras demasiado buena para él/ella, consigues un lindo traje y un nuevo peinado, y lloras en tantos hombros como sea posible, puedes bailar hasta olvidar tus problemas.

No pienso que esto sea un mal consejo. Eh! Eres impresionante! Puedes estar muy atractiva! Tienes grandes amigos que te recuerdan cómo divertirse! Todo esto es genial. No hará, sin embargo, demasiado para aliviar el dolor, más allá de rellenar unas pocas horas.

La segunda categoría se llama “Hay algo muy, muy mal contigo e hiciste que esto ocurriera”. Este es el tipo de libro que dice que te ocasionaste el sufrimiento por llevar heridas no curadas de la niñez, o dios no lo permita, por pensar los pensamientos equivocados. Un poco odio esto. Por supuesto que es muy, muy importante sanar tus heridas y examinar tus pensamientos para ver si te pueden estar saboteando-pero cuando la intención para hacerlo es evitar el dolor más que aumentar tu capacidad para amar, es poco probable que te cure. Este tipo de consejo a menudo intenta convencerte que puedes hacer que el amor sea seguro.

El amor nunca puede hacerse seguro. Es el opuesto de seguro. En el momento que tratas de hacerlo seguro, deja de ser amor. Entiendo que esto es un fastidio, pero piénsalo. El amor se basa en la receptividad, en abrirse una y otra vez a tu amado, de nuevo cada vez. Para hacer esto, tienes que dejar ir la insistencia de que él o ella cumpla con tus estándares de lo que un amante debería parecer, hacer, ser, decir, y en lugar de ello permitirle a él o ella que sea simplemente él o ella. Entonces empiezas desde ahí. Hacerlo de otra manera, elegir continuamente quien deseas que sea esta persona sobre quien realmente es, es, bueno, eso no es amor. No sé lo que es. (Por supuesto nada de esto es razonable si hay alguna forma de abuso físico o emocional. En este punto puedes olvidar todo lo que acabo de decir y protegerte.)

Más a menudo, los esfuerzos para curar un corazón roto se centran en ponerlo detrás de ti y volver a crear la ilusión de seguridad. El Budismo aconseja algo más, algo mejor expresado por la monja Budista americana, Pema Chodron: “Siente los sentimientos. Deja caer la historia”. Ese es el consejo esencial y significa enfrentar lo que sientes, no alejarte. Significa dejar que los sentimientos sean solo lo que son sin tratar de explicarlos, apuntalarte, o excusar o culpar a nadie. A esto se llama ser un guerrero. Cuanto más permitas que tus sentimientos se aclaren de esta manera, creas menos confusión.

Tengo tres sugerencias para averiguar cómo lograr esta hazaña muy misteriosa de sentir sin asociar una historia sobre lo que eso podría, debería o no te atreves a expresar.

1. Desarrollar una relación sin prejuicios con tu mente. Esto se logra mejor a través de la práctica de la meditación, instruccionesaquí. Cuando estás bajo la influencia de una emoción fuerte, entras en contacto con un estado que me gusta llamar Pensamiento Obsesivo Loco. Si tan solo, tendría que haber, lo que de verdad quería decir era, como se atreve, soy un perdedor, eres un perdedor, el amor apesta… Y sigue una y otra vez. Es realmente muy doloroso. Sin dirigir la mente que corre descontrolada, las chances de trabajar hábilmente con tus sentimientos es un poco limitada. Por eso sugiero introducir una nota de disciplina en tu vida cotidiana, a partir de hoy. Pasa algún tiempo todos los días, sin aplastar tus pensamientos horribles y promoviendo los buenos, sino simplemente mirando tu mente de manera relajada-sin importar cuan salvaje se ponga, puedes permanecer estable. Esto es lo que la meditación te enseña cómo hacer.

La mente del corazón roto es como un caballo salvaje. No puedes simplemente subirte y esperar salir cabalgando. Te tirará una y otra vez. Entonces en vez de eso te quedas alrededor por un tiempo hasta que se desarrolle un sentido de confianza. La meditación te enseña cómo hacer esto, también.

2. Estabiliza tu corazón en un estado abierto. Cuando recuperes un sentido de dominio en tu propia mente, naturalmente tu atención se dirigirá hacia esa cosa furiosa, gritona, abrasadora las 24 horas del día en el medio de tu pecho-tu corazón.

Una manera de mirar el sufrimiento es como un amor desligado de un objeto. Liberado, se inclina, rebota y se estrella contra las paredes. Tu capacidad y anhelo de amor es enorme y cuando lo pierdes, esto es lo que descubres. No tenías idea que pudieras sentir tan en carne viva, vulnerable, abierto… y es esta receptividad la que es tan preciosa.

El Budismo no aconseja encerrarse, para nada. En su lugar, al reconocer que esta receptividad es la base de la bondad, la compasión y la capacidad de conectarse profundamente, sugiere que lo dejes roto y busques estabilizarte en el estado abierto. Si, déjalo roto. La manera de hacer esto y no caminar sollozando todo el tiempo es a través de la práctica de la meditación de la bondad amorosa, que puedes encontrar aquí. De esta manera, comienzas a cambiar un poquito tu búsqueda de amor, lejos de “quiero encontrar alguien que me ame” hacia “quiero encontrar una manera de dar amor”. Con esta pequeña transición, el mundo entero cambia.

Cuando la mayoría de la gente dice que está buscando amor, lo que significa es que están buscando alguien que los ame, y luego ellos lo devolverán. Pero puedes cambiar esta ecuación completamente y tener amor en tu vida cada día al elegir darlo. Esto, por cierto-dar amor a otros-es el secreto, garantizado, la manera que no falla de sanar tu corazón roto. Pruébalo.

3. Ver toda tu vida como un camino. Con un sentido de claridad en tu mente y de estabilidad en tu corazón, la tercera etapa se convierte en algo totalmente diferente. No hay ninguna práctica asociada con ésta. Con la claridad mental y la estabilidad emocional viene la capacidad de ver toda tu vida como un camino. Has creado la base para una vida completamente auténtica, llena de alegría y tristeza, reuniones y partidas, dando y recibiendo, y de profundo significado. El poder oscuro del sufrimiento te ha conducido allí.

Con esta receptividad, ves que tu vida está contando una historia. No tengo ni idea cuál es y puede que tú tampoco. Pero, créeme, tu vida tiene una vida propia y la violencia del sufrimiento tiene el poder de romper todas las ilusiones acerca de quien pensabas que eras y volver a presentarte en su lugar a quien ya sabes que eres. Esta es una situación extremadamente poderosa.

Con un corazón roto, ves cuán grande tu deseo de amor es y lo imposible que es hacer al amor seguro. Simplemente no es posible. Entonces ¿qué haces con estas dos verdades? Este es tu camino. Nadie puede decirte cómo reconciliarlas. El lugar para empezar es prestando atención, cultivando sin agenda la conciencia de ti mismo, de otros y del flujo de la vida. Cuando lo haces, comienzas a notar que cada día, estás continuamente alternando entre momentos de enamorarte y de tener tu corazón roto. Ambos están siempre presentes, moviéndose hacia ti y alejándose, cada uno de ellos una pequeña lección sobre como estar plenamente vivo.

Pásalo.

(y, por favor, comenta! Me encantaría escuchar lo que estás pensando y sintiendo.)

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